jueves, 12 de junio de 2014

13 de Junio Día de San Antonio de Padua


BIOGRAFÍA

           San Antonio nació en Portugal, pero adquirió el apellido por el que lo conoce el mundo, de la ciudad italiana de Padua, donde murió y donde todavía se veneran sus reliquias.


            León XIII lo llamó "el santo de todo el mundo", porque su imagen y devoción se encuentran por todas partes.

              Llamado "Doctor Evangélico". Escribió sermones para todas las fiestas del año

"El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree" -San Antonio

 "Era poderoso en obras y en palabras.  Su cuerpo habitaba esta tierra pero su alma vivía en el cielo" -un biógrafo de ese tiempo.  


           Vino al mundo en el año 1195 y se llamó Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo, nombre que cambió por el de Antonio al ingresar en la orden de Frailes Menores, por la devoción al gran patriarca de los monjes y patrones titulares de la capilla en que recibió el hábito franciscano. Sus padres, jóvenes miembros de la nobleza de Portugal, dejaron que los clérigos de la Catedral de Lisboa se encargaran de impartir los primeros conocimientos al niño, pero cuando éste llegó a la edad de quince años, fue puesto al cuidado de los canónigos regulares de San Agustín, que tenían su casa cerca de la ciudad. Dos años después, obtuvo permiso para ser trasladado al priorato de Coimbra, por entonces capital de Portugal, a fin de evitar las distracciones que le causaban las constantes visitas de sus amistades.  
       No le faltaron las pruebas. En la juventud fue atacado duramente por las pasiones sensuales. Pero no se dejó vencer y con la ayuda de Dios las dominó. El se fortalecía visitando al Stmo. Sacramento. Además desde niño se había consagrado a la Stma. Virgen y a Ella encomendaba su pureza.  
       Una vez en Coimbra, se dedicó por entero a la plegaria y el estudio; gracias a su extraordinaria memoria retentiva, llegó a adquirir, en poco tiempo, los más amplios conocimientos sobre la Biblia. En el año de 1220, el rey Don Pedro de Portugal regresó de una expedición a Marruecos y trajo consigo las reliquias de los santos frailes-franciscanos que, poco tiempo antes habían obtenido allá un glorioso martirio. Fernando que por entonces había pasado ocho años en Coimbra, se sintió profundamente conmovido a la vista de aquellas reliquias y nació en lo íntimo de su corazón el anhelo de dar la vida por Cristo. 
          Poco después, algunos frailes franciscanos llegaron a hospedarse en el convento de la Santa Cruz, donde estaba Fernando; éste les abrió su corazón y fue tan empeñosa su insistencia, que a principio de 1221, se le admitió en la orden. Casi inmediatamente después, se le autorizó para embarcar hacia Marruecos a fin de predicar el Evangelio a los moros. Pero no bien llegó a aquellas tierras donde pensaba conquistar la gloria, cuando fue atacado por una grave enfermedad (hidropesía),que le dejó postrado e incapacitado durante varios meses y, a fin de cuentas, fue necesario devolverlo a Europa. La nave en que se embarcó, empujada por fuertes vientos, se desvió y fue a parar en Messina, la capital de Sicilia. Con grandes penalidades, viajó desde la isla a la ciudad de Asís donde, según le habían informado sus hermanos en Sicilia, iba a llevarse a cabo un capítulo general. Aquella fue la gran asamblea de 1221, el último de los capítulos que admitió la participación de todos los miembros de la orden; estuvo presidido por el hermano Elías como vicario general y San Francisco, sentado a sus pies, estaba presente.  Indudablemente que aquella reunión impresionó hondamente al joven fraile portugués. Tras la clausura, los hermanos regresaron a los puestos que se les habían señalado, y Antonio fue a hacerse cargo de la solitaria ermita de San Paolo, cerca de Forli.  Hasta ahora se discute el punto de si, por aquel entonces, Antonio era o no sacerdote; pero lo cierto es que nadie ha puesto en tela de juicio los extraordinarios dones intelectuales y espirituales del joven y enfermizo fraile que nunca hablaba de sí mismo. Cuando no se le veía entregado a la oración en la capilla o en la cueva donde vivía, estaba al servicio de los otros frailes, ocupado sobre todo en la limpieza de los platos y cacharros, después del almuerzo comunal.
     Mas no estaban destinadas a permanecer ocultas las claras luces de su intelecto. Sucedió que al celebrarse una ordenación en Forli, los candidatos franciscanos y dominicos se reunieron en el convento de los Frailes Menores de aquella ciudad. Seguramente a causa de algún malentendido, ninguno de los dominicos había acudido ya preparado a pronunciar la acostumbrada alocución durante la ceremonia y, como ninguno de los franciscanos se sentía capaz de llenar la brecha, se ordenó a San Antonio, ahí presente, que fuese a hablar y que dijese lo que el Espíritu Santo le inspirara. El joven obedeció sin chistar y, desde que abrió la boca hasta que terminó su improvisado discurso, todos los presentes le escucharon como arrobados, embargados por la emoción y por el asombro, a causa de la elocuencia, el fervor y la sabiduría de que hizo gala el orador. En cuanto el ministro provincial tuvo noticias sobre los talentos desplegados por el joven fraile portugués, lo mandó llamar a su solitaria ermita y lo envió a predicar a varias partes de la Romagna, una región que, por entonces, abarcaba toda la Lombardía.  En un momento, Antonio pasó de la oscuridad a la luz de la fama y obtuvo, sobre todo, resonantes éxitos en la conversión de los herejes, que abundaban en el norte de Italia, y que, en muchos casos, eran hombres de cierta posición y educación, a los que se podía llegar con argumentos razonables y ejemplos tomados de las Sagradas Escrituras.
     En una ocasión, cuando los herejes de Rímini le impedían al pueblo acudir a sus sermones, San Antonio se fue a la orilla del mar y empezó a gritar: "Oigan la palabra de Dios, Uds. los pececillos del mar, ya que los pecadores de la tierra no la quieren escuchar".  A su llamado acudieron miles y miles de peces que sacudían la cabeza en señal de aprobación.  Aquel milagro se conoció y conmovió a la ciudad, por lo que los herejes tuvieron que ceder.
      A pesar de estar muy enfermo de hidropesía, San Antonio predicaba los 40 días de cuaresma. La gente presionaba para tocarlo y le arrancaban pedazos del hábito, hasta el punto que hacía falta designar un grupo de hombres para protegerlo después de los sermones.  
      Además de la misión de predicador, se le dio el cargo de lector en teología entre sus hermanos.  Aquella fue la primera vez que un miembro de la Orden Franciscana cumplía con aquella función.  En una carta que, por lo general, se considera como perteneciente a San Francisco, se confirma este nombramiento con las siguientes palabras: "Al muy amado hermano Antonio, el hermano Francisco le saluda en Jesucristo. Me complace en extremo que seas tú el que lea la sagrada teología a los frailes, siempre que esos estudios no afecten al santo espíritu de plegaria y devoción que está de acuerdo con nuestra regla". Sin embargo, se advirtió cada vez con mayor claridad que, la verdadera misión del hermano Antonio estaba en el púlpito. Por cierto que poseía todas las cualidades del predicador: ciencia, elocuencia, un gran poder de persuasión, un ardiente celo por el bien de las almas y una voz sonora y bien timbrada que llegaba muy lejos.  Por otra parte, se afirmaba que estaba dotado con el poder de obrar milagros y, a pesar de que era de corta estatura y con cierta inclinación a la corpulencia, poseía una personalidad extraordinariamente atractiva, casi magnética. A veces, bastaba su presencia para que los pecadores cayesen de rodillas a sus pies; parecía que de su persona irradiaba la santidad. A donde quiera que iba, las gentes le seguían en tropel para escucharle, y con eso había para que los criminales empedernidos, los indiferentes y los herejes, pidiesen confesión. Las gentes cerraban sus tiendas, oficinas y talleres para asistir a sus sermones; muchas veces sucedió que algunas mujeres salieron antes del alba o permanecieron toda la noche en la iglesia, para conseguir un lugar cerca del púlpito. Con frecuencia, las iglesias eran insuficiente para contener a los enormes auditorios y, para que nadie dejara de oírle, a menudo predicaba en las plazas públicas y en los mercados. Poco después de la muerte de San Francisco, el hermano Antonio fue llamado, probablemente con la intención de nombrarle ministro provincial de la Emilia o la Romagna. En relación con la actitud que asumió el santo en las disensiones que surgieron en el seno de la orden, los historiadores modernos no dan crédito a la leyenda de que fue Antonio quien encabezó el movimiento de oposición al hermano Elías y a cualquier desviación de la regla original; esos historiadores señalan que el propio puesto de lector en teología, creado para él, era ya una innovación. Más bien parece que, en aquella ocasión, el santo actuó como un enviado del capítulo general de 1226 ante el Papa, Gregorio IX, para exponerle las cuestiones que hubiesen surgido, a fin de que el Pontífice manifestara su decisión. En aquella oportunidad, Antonio obtuvo del Papa la autorización para dejar su puesto de lector y dedicarse exclusivamente a la predicación. El Pontífice tenía una elevada opinión sobre el hermano Antonio, a quien cierta vez llamó "el Arca de los Testamentos", por los extraordinarios conocimientos que tenía de las Sagradas Escrituras.
        Desde aquel momento, el lugar de residencia de San Antonio fue Padua, una ciudad donde anteriormente había trabajado, donde todos le amaban y veneraban y donde, en mayor grado que en cualquier otra parte, tuvo el privilegio de ver los abundantísimos frutos de su ministerio.  Porque no solamente escuchaban sus sermones multitudes enormes, sino que éstos obtuvieron una muy amplia y general reforma de conducta. Las ancestrales disputas familiares se arreglaron definitivamente, los prisioneros quedaron en libertad y muchos de los que habían obtenido ganancias ilícitas las restituyeron, a veces en público, dejando títulos y dineros a los pies de San Antonio, para que éste los devolviera a sus legítimos dueños.Para beneficio de los pobres, denunció y combatió el muy ampliamente practicado vicio de la usura y luchó para que las autoridades aprobasen la ley que eximía de la pena de prisión a los deudores que se manifestasen dispuestos a desprenderse de sus posesiones para pagar a sus acreedores.  Se dice que también se enfrentó abiertamente con el violento duque Eccelino para exigirle que dejase en libertad a ciertos ciudadanos de Verona que el duque había encarcelado. A pesar de que no consiguió realizar sus propósitos en favor de los presos, su actitud nos demuestra el respeto y la veneración de que gozaba, ya que se afirma que el duque le escuchó con paciencia y se le permitió partir, sin que nadie le molestara.
        Después de predicar una serie de sermones durante la primavera de 1231, la salud de San Antonio comenzó a ceder y se retiró a descansar, con otros dos frailes, a los bosques de Camposampiero.  Bien pronto se dio cuenta de que sus días estaban contados y entonces pidió que le llevasen a Padua. No llegó vivo más que a los aledaños de la ciudad.  El 13 de junio de 1231, en la habitación particular del capellán de las Clarisas Pobres de Arcella recibió los últimos sacramentos. Entonó un canto a la Stma. Virgen y sonriendo dijo:  "Veo venir a Nuestro Señor" y murió.  Era el 13 de junio de 1231.  La gente recorría las calles diciendo: "¡Ha muerto un santo! ¡Ha muerto un santo!.Al morir tenía tan sólo treinta y cinco años de edad. Durante sus funerales se produjeron extraordinarias demostraciones de la honda veneración que se le tenía.  Los paduanos han considerado siempre sus reliquias como el tesoro más preciado. 
San Antonio fue canonizado antes de que hubiese transcurrido un año de su muerte; en esa ocasión, el Papa Gregorio IX pronunció la antífona "O doctor optime" en su honor y, de esta manera, se anticipó en siete siglos a la fecha del año 1946, cuando el Papa Pío XII declaró a San Antonio "Doctor de la Iglesia".
      Se le llama el "Milagroso San Antonio" por ser interminable lista de favores y beneficios que ha obtenido del cielo para sus devotos, desde el momento de su muerte.  Uno de los milagros mas famosos de su vida es el de la mula: Quiso uno retarle a San Antonio a que probase con un milagro que Jesús está en la Santa Hostia. El hombre dejó a su mula tres días sin comer, y luego cuando la trajo a la puerta del templo le presentó un bulto de pasto fresco y al otro lado a San Antonio con una Santa Hostia.  La mula dejó el pasto y se fue ante la Santa Hostia y se arrodilló.
Iconografía: Por regla general, a partir del siglo XVII, se ha representado a San Antonio con el Niño Jesús en los brazos; ello se debe a un suceso que tuvo mucha difusión y que ocurrió cuando San Antonio estaba de visita en la casa de un amigo. En un momento dado, éste se asomó por la ventana y vio al santo que contemplaba, arrobado, a un niño hermosísimo y resplandeciente que sostenía en sus brazos.  En las representaciones anteriores al siglo XVII aparece San Antonio sin otro distintivo que un libro, símbolo de su sabiduría respecto a las Sagradas Escrituras.  En ocasiones se le representó con un lirio en las manos y también junto a una mula que, según la leyenda, se arrodilló ante el Santísimo Sacramento que mostraba el santo; la actitud de la mula fue el motivo para que su dueño, un campesino escéptico, creyese en la presencia real. 
         San Antonio es el patrón de los pobres y, ciertas limosnas especiales que se dan para obtener su intercesión, se llama "pan de San Antonio"; esta tradición comenzó a practicarse en 1890.  No hay ninguna explicación satisfactoria sobre el motivo por el que se le invoca para encontrar los objetos perdidos, pero es muy posible que esa devoción esté relacionada con un suceso que se relata entre los milagros, en la "Chronica XXIV Generalium" (No. 21):  un novicio huyó del convento y se llevó un valioso salterio que utilizaba San Antonio; el santo oró para que fuese recuperado su libro y, al instante, el novicio fugitivo se vio ante una aparición terrible y amenazante que lo obligó a regresar al convento y devolver el libro.
En Padua hay una magnífica basílica donde se veneran sus restos mortales.


BIBLIOGRAFÍA
Butler, Vida de los Santos.

Salesman, P. Eliécer,  Vidas de los Santos.
Sgarbossa, Mario y Luigi Giovannini - Un Santo Para Cada Día

miércoles, 11 de junio de 2014

Celebraciones del Co-Patrono de la parroquia Tamaca: San Cono


San Cono
         San Cono nació en el Siglo XlI en un pequeño pueblo de la provincia de Salerno, Italia, llamado Teggiano(o Diano). Hijo de la vejez y del milagro. Sus restos descansan, en la Iglesia Catedral de Santa María. Sus padres de buena situación social y sólida posición económica —suspiraban por la llegada de un hijo que se hacía esperar. Una noche los esposos tuvieron un mismo sueño. Del seno de Igniva — ese era el nombre de su madre, brotaban llamaradas de extraordinario resplandor. 
       
       Un sacerdote interpretó la visión anticipando a la madre que a pesar de ser de avanza da edad, tendría un hijo que sería la gloria de su pueblo. Cono, con ojos limpios observa que su madre comienza el día con la oración, en la que agradece a Dios el descanso nocturno, le ofrece toda la actividad que realizará durante el día y, pide la bendiga. Gracias a la situación económica acomodada de los padres, pudo frecuentar la escuela. Las escuelas estaban bajo la tutela de los monasterios o crecían lozanas a la sombre de las catedrales o modestas parroquias. Pese a todas esas dificultades, las escuelas fueron viveros de civilización y, caldo de cultivo de ese asombroso estallido cultural, científico, filosófico, teológico de los siglos posteriores. Su espíritu dulce, sensible, poético necesitaba de la cultura, como medio de la expresión personal y para vincularse con los grandes espíritus del pasado.

   Creciendo en un ambiente tan cristiano, desde niño San Cono demostró marcada inclinación a la vida espiritual. Adolescente, exteriorizó gran amor a la Santísima Virgen imponiéndose voluntariamente privaciones y mortificaciones para honrarla. Escuchando las voces interiores con las que Dios llamaba a la vida religiosa ingreso a un convento benedictino que distaba treinta kilómetros de Diano y que estaba dedicado a la "Santa María Cadossa".

     Tenía entonces dieciséis años. Tempranamente decidió solicitar el ingreso al monasterio benedictino de San Nicolás, pero el Superior, conociendo los desvelos que los padres tenían por aquel único y tardío hijo, no lo aceptó. Sin embargo, Cono ardía de impaciencia por retirarse al monasterio. Tanto es así que se presenta en uno de una ciudad más alejada, de incógnito. Sus padres lo siguen y lo reclaman y él se esconde en el horno de pan del monasterio de Sta. María de Cadossa. Al salvarse por verdadero milagro de morir quemado, sus padres aceptan su llamado vocacional. El joven benedictino fray Cono, no cesa de orar y trabajar en las labores más humildes: cocina, barre, atiende la huerta. Un atardecer de verano aquel frágil monje que aún no contaba con 20 años recibe un misterioso mensaje: "Esta noche Dios te llamará". Así sucedió, en la madrugada del 3 de junio de un año de comienzos del siglo XII San Cono moría serenamente. 

      EI 27 de setiembre de 1261, los dos pueblos cercanos se disputaban los restos del monje benedictino. Final-mente decide ponerle en un carro y dejar que los bueyes decidan el camino. El rumbo fue el pueblo de Teggiano natal y ante la iglesia de su infancia los bueyes se echaron. Es canonizado, el 27 de abril de 1872 por el Papa Pio IX. Fueron los emigrantes teggianenses quienes llevaron su culto a varias regiones del mundo. Su fiesta se celebra el tres de junio.



        Sobre la llegada y veneración de la imagen de San Cono en la parroquia San Antonio de Padua Tamaca, visitar: Blog: la voce di San cono (traducir)


         Algunas Fotografías del XXIV Aniversario de la veneración de San Cono en la Parroquia Tamaca (clic en las imágenes para agrandar) 

 Después de la celebración de la eucarística en honor a San cono

Salida de la imagen en procesión por las calles de Tamaca con los italianos y feligreses, al llegar Veneración de la reliquia de San Cono, y almuerzo para todos realizado tradicionalmente por los organizadores italianos de la fiesta del santo.





martes, 3 de junio de 2014

Fiestas Patronales "San Antonio de Padua" (Programación)


Programación de Actividades

Miércoles 04-06
1er día de la novena en honor a San Antonio
(Encargados grupo de catequesis de adultos)

4:30 p.m. Confesiones
5:00 p.m.  Misa
5:45 p.m.  Vídeo sobre la Vida del Papa Francisco

Jueves 05-06
2do día de la novena en honor a San Antonio
(Encargados grupo de adoración)

4:30 p.m. Adoración al Santísimo
5:00 p.m.  Misa

Viernes 06-06
3er día de la novena en honor a San Antonio
(Encargados Legión de María)

4:30 p.m. Confesiones
5:00 p.m.  Misa
5:30  p.m.  Reunión de niños

Sábado 07-06
4to día de la novena en honor a San Antonio
(Encargados grupo de catequistas)

8:00 a.m.  Bautizos
4:30 p.m. Confesiones
5:00 p.m.  Misa

Procesión con la reliquia de
San Cono alrededor de la Iglesia.

Domingo 08-06  Pentecostés
Día de San Cono
5to día de la novena en honor a San Antonio
(Encargados asignados en cartelera)

6:45 a.m. Confesiones
7:00  a.m.  Rosario
7:30 a.m. Misa.
8:30 a.m. Reunión de niñas y muchachas
10:00 a.m. Rosario (Confesiones)
11:00 a.m. Misa
12:00  m. Procesión con la Imagen de San Cono
4:15  p.m.  Confesiones
5:00 p.m.  Misa

Lunes 09-06
6to día de la novena en honor a San Antonio
(Encargados grupo de oración)

4:30 p.m. Confesiones
5:00 p.m.  Misa

Martes 10-06
7mo día de la novena en honor a San Antonio
(Encargados cursillistas)

4:30 p.m. Confesiones
5:00 p.m.  Misa

Miércoles  11-06
8vo día de la novena en honor a San Antonio
(Encargados grupo de catequesis de adultos)

4:30 p.m. Confesiones
5:00 p.m.  Misa
5:45 p.m.  Video sobre los discursos del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en Río 2013 (Primera parte)

Jueves 12-06
9no día de la novena en honor a San Antonio
(Encargados grupo de adoración)

4:30 p.m. Adoración al Santísimo
5:00 p.m.  Misa
5:45 p.m. Vídeo sobre los discursos del Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en Río 2013 (Segunda parte)

Viernes 13-06
Día de San Antonio de Pádua
Grupos de apostolado

9:00 a.m. Confesiones
10:00 a.m. Misa
11:30 a.m. Celebración de las Escuelas de la
Comunidad en honor a
San Antonio de Padua
12:00 m.  Homenaje musical y tamunangue
4:30 p.m. Procesión con la Imagen de San Antonio
5:30 p.m.  Misa

Sábado 14-06

Desde las 9:00 a.m. actividades recreativas para los niños y niñas


"Oh Dios, que te dignaste escoger a San Antonio como modelo de todas las virtudes para bendición de toda la humanidad, y has   convertido muchas almas a través de sus   sermones y buen ejemplo, concédeme que por sus méritos e intercesión pueda real y            verdaderamente convertirme,     renunciar al pecado y a todo mal deseo, y hacerme cada vez más y más de tu  agrado por la práctica de la verdadera virtud".
Amén.